Soy el Poeta De Tu Anatomía,
el admirador de tu ser,
el observador de tus prodigios,
de la maravilla que eres,
del milagro que realizas
ya con tan solo existir,
de la bella sinfonía que compones,
con solo ser
y respirar.
Soy el fugitivo
de la falta de ti,
el prófugo
de tu ausencia.
Soy el rehén
de tu secuestro,
del perpetrado
por ti, en mí.
Y no hay
rescate,
tributo,
que pueda
pagar
mi libertad.
¡Y que no lo haya
jamás!
Soy
la polilla
atrapada en tu luz,
que todo,
por contraste,
convierte en noche.
Quiero ser el agrimensor de cada recodo de tu geografía,
el funambulista que suba por cada uno
de tus lindos vellos,
el lémur que salte de uno a otro
y visite tus aromáticas selvas,
destilando
sus esencias,
catando sus frutos
que desbordan mi boca
y la llevan
al éxtasis.
Quiero ser el explorador, descubridor y conquistador
que se adentre por tus valles y simas.
Tu espeleólogo
particular.
Deseo ser el alpinista
que haga cumbre
en todas tus voluptuosidades,
el conductor de rallye
que perfile tus curvas,
el ciclista que sude
tus ascensos
y se precipite
contigo,
a tumba abierta,
por todas tus pendientes.
Oposito
al puesto
de entrenador
personal
tuyo,
al de
tu
preparador
físico
y
químico.
Deseo ser
el técnico
que te lleve
a
superar
todas
las marcas,
a pulverizarlas,
a establecer
nuevos
récords
de
amor
que
nadie
nunca
podrá
batir.
Descubrirte,
conocerte,
memorizarte
y saborearte
es mi destino,
mi misión,
mi pasión,
mi prisión.
Tus huesos
son quienes
me sostienen.
Tus músculos,
y la dorada piel que los envuelve,
quienes me mueven.
Tus nervios
los que
transportan
mis señales,
y las disparan.
Tus ojos
los que me
iluminan,
con que
tan solo
los hagas
amanecer.
Tu aliento
el que
me oxigena,
hasta me hiperventila.
Tus células
quienes
me
dan
vida ,
y vidilla.
Tus oquedades
las que me brindan
cobijo,
en las que anido
y me alimento.
Necesito
tu sombra
tu calor
tu
humedad.
Provocarla.
La vida me va en ello.
Palpar todos tus recodos
y hacerme a ellos,
cual invidente,
que se habitúa
a su nueva
y definitiva
patria.
Beber de tus palabras,
de tus silencios,
de tus suspiros,
escrutar tu respiración
cual ciego
en su nuevo mundo,
en su tierra prometida.
Mi sueño
es ser
el químico
orgánico,
orgásmico,
que combine
y recombine
tus moléculas
con las de este,
tu admirador.
Quiero ser el físico cuántico
que estudie tus partículas,
y sus interacciones
con las mías
y que descubra un nuevo
universo,
nuevas leyes
hipótesis
y teorías,
de los resultados
y efectos
de sus colisiones.
De las nuestras.
Frecuentes
y
apasionadas.
Quiero ser tu acelerador de partículas,
como lo eres tú de las mías.
Mi CERN particular,
el laboratorio
de ensayo
de todas mis pasiones.
El círculo infinito
en que me centrifugue(s)
eternamente.
Eres el agujero negro
en torno al cual
se articula
y constituye
mi galaxia.
La espiral
que me hace danzar.
Mi universo.
Quiero ser el cosmonauta
que descubra
cómo puede
uno
despedazarse
a causa
de tu ilimitada
gravedad,
siendo
arrastrado
a ese centro,
succionado,
desintegrado
por ese núcleo
del que ya
nunca
podrá
salir.
Anhelo
viajar,
ser transportado,
por tus singularidades
que anulan
el tiempo
y (el resto de)
el espacio.
Quiero ser el botánico
que estudie
tu jardín,
la abeja que lo visite.
Libar del dulce néctar de tu perfumada flor abierta
convertirme en
el saltamontes
que mordisquea sus pétalos
que vuela de botón
a estoma.
Necesito
inhalar el paraíso químico que emites
chutarme con tus efluvios
de edén móvil,
dosificarme de ti
para poder sobrevivir
tu exilio,
el destierro
cotidiano
que la vida nos impone,
pero
también
para
el que pueda venir.
La vida nos da sorpresas
y tú fuiste la mayor
la mejor
la insuperable.
La definitiva.
¡MI AMOR!
[para disfrutar de la declamación en voz del propio autor de esta obra: http://www.Gerttz.net/El Poeta De Tu Anatomía (declamación).html]
Gerttz